martes, 10 de junio de 2014

Un nuevo día

Un nuevo día

Son tantas las cosas de las que escribiría que no sé por dónde empezar. Primero estoy pensando dejar de hacer nuevas actividades y tener más tiempo para escribir, porque las ocupaciones no me dejan hacerlo; pero por otra parte pienso que si no las tengo, de qué voy a escribir, ¡uf! que agobio.

Iba a volver a hablar de DibujaMadrid, pero me he dado cuenta de que estoy del fútbol hasta …, iba a decir; la coronilla, pero me ha sonado muy cursi, en realidad estoy hasta ese lugar  que más o menos queda por las ingles y que mi educación no me deja escribir, ponedle vosotros uno de los muchos nombres que tienen.

Es sencillamente indignante que unos señores que ganan en un año lo que la mayoría de los ciudadanos de este país no ganarán en toda su vida laboral, vayan a la selección y tengamos que pagarles estando las cosas como están. Y me atrevería a decir que, aunque estuvieran bien, tampoco deberían cobrar, ya que bastaría con el orgullo de representar a su País y los beneficios que obtendrán en su futuro profesional por el mero hecho de participar, ya que un campeonato internacional y retransmitido a todo el mundo consumidor (que al fin de cuentas es lo que vale) es como un escaparate para mostrar tus grandes dotes y cualidades de pateador de un balón. Y si no quieren hacerlo, que se abra una lista de voluntarios en la primera división e incluso en la segunda, seguro que los hay como para hacer más de 40 equipos. La excepción sería el entrenador y su equipo que tiene exclusividad, creo, todo hay que decirlo. 

Pero claro, algunos dirán que hay que pagarles por el esfuerzo que hacen, y es verdad, corren y sudan como caballos de carrera; y, por favor, no les estoy llamando caballos, éstos tienen que llevar a un señor encima. 

En muchos oficios y profesiones se hacen inversiones, ¿por qué en el fútbol la selección de tu País no se considera como tal? 

Otra cosa que también me sorprende es que si alguien te pregunta de qué equipo eres y le dices “del alcoyano” pongamos por caso, te contesta; “ya, pero de primera”. Como si ser de un equipo de segunda B o de tercera no fuera ser aficionado. Claro, lo que sucede es que ya no hay de qué hablar, porque no se habla de fútbol, se opina de de tal o cual jugada, no se comparten valores de tu equipo, se cae en discusiones subjetivas de si tal acción debe considerarse falta o no. Es decir, no hay conversación, y entonces ¿de qué se habla? 

Recapacitando sobre esto, me pregunto una y otra vez; con los medios que hay hoy en día para visionar todas las veces que sea necesario una determinada acción, ¿por qué se empeñan en dejarlo al juicio imperfecto y subjetivo propio de un ser humano, o de dos o tres? Porque de otra manera no habría nada de qué hablar, ni páginas enteras escribiendo sobre ello, ni horas de programaciones oyendo las mil y una versiones de los diferentes contertulios. ¡Qué listos!

Yo he ido al fútbol desde los 10 años hasta los 12, más o menos. Mi padre me llevaba y hubo una época en la que nos hacíamos más de cuarenta kilómetros cada quince días. Poco a poco se ha ido apagando la afición, primero porque casi sin darme cuenta iba ocupando más y más tiempo en las noticias (ahora en algunas cadenas, es un espacio perfectamente diferenciado); después porque solo se hablaba de eso los lunes y los martes, más tarde también los miércoles y los jueves, y el “no va más” fue cuando se incorporó la mujer, eso si que fue un espaldarazo para el fútbol. Pues eso, en la medida en la que el fútbol iba ocupando más y más tiempo en todo lo que me rodeaba, yo iba perdiendo el interés por el mismo. 

Por poner un ejemplo, sin pretender ser demasiado estricto ni exhaustivo, hay programas diarios para hablar de algo que sucede, mayormente, los domingos y cuyo resultado no puede variar. En estos programas el presentador comenta cosas como:

Hoy fulanito de tal (que cada minuto se embolsa casi 40 € libres de impuestos) cuando ha salido a entrenar, estaba cabizbajo, … Y el presentador se pregunta, con voz de preocupación y un poco de angustia, ¿qué estará pasando por su cabeza? ¿está triste?

Y yo digo, estará sufriendo porque lleva 15’ en el vestuario, se le han acumulado 600 € y como esto siga así, a saber dónde los va a meter.

No voy a seguir, os invito a que cualquier día le dediquéis unos minutos a uno de esos programas y después os preguntéis; ¿Realmente me siento más realizado como persona o todavía sigo pensando que no era penalti?

Pero no tengáis duda, todo esto es envidia, pero de la mala, no de esa que algunos dicen que tienen pero que es buena, no, en mi caso es envidia de la mala y creo que se debe a que me gustaría estar en su lugar; … o no, a lo mejor no les envidio y solo me parece injusto, pero eso no tiene sentido, moralmente ellos no tienen la culpa y hay más cosas injustas; entonces me indignaré y me entristeceré al pensar que si tienen ese nivel de ingresos (para mi desproporcionado) es porque nosotros lo propiciamos de alguna manera hablando de ellos como si fueran lo más importante de nuestras vidas, como si fueran nuestros amigos o de nuestra familia, comprando sus productos como si realmente eso fuera garantía de calidad, yendo a los estadios y renovando los abonos año tras año, escuchando y/o viendo esos programas que dicen ser deportivos y solo hablan de fútbol, (perdón, también mencionan otros deportes, sobre todo si ha habido una desgracia), comprando la prensa especializada, y muchas cosas más que podéis imaginar, pero claro, me estoy cabreando, esto no es política, esto es solo deporte; creo que me he pasado tres pueblos, confío en que me sepan perdonar todos los parados a los que solo les queda el fútbol para desahogarse o los que, cobrando solo los poco más de 400 €, no disfrutarían de un par de cervezas en el bar de la esquina mientras jalean a su selección. Y todos, todos tenemos derecho a desahogarnos de alguna manera y qué mejor que hacerlo con el deporte.

Quitarse del fútbol debe de ser tan difícil como dejarse el tabaco, pero no tan adictivo, porque se puede ver el fútbol amateur o el femenino y no tendrías que dejarlo del todo.

He de pedir disculpas, termino de leer lo que he escrito y me doy cuenta de que ha sido un calentón. Voy a volver a ver el folleto de “teles” para comprarme una de 100” a 300 cómodos plazos antes de que empiece el mundial; … o, ¿ya ha empezado? …


Como iba hablar de DibujaMadrid y las imágenes de estos nobles señores (los protagonistas de arriba) tienen derechos de imagen, valga la redundancia, dejaré algunos de los dibujos realizados este sábado pasado, mientras la selección ESPAÑOLA jugaba no sé qué partido amistoso.


Escultura vegetal junto a arquitectura singular





Vista desde el salón Neptuno 1 del hotel Palace




Dibujando en el salón Cánovas del Hotel Palace

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