lunes, 6 de junio de 2016

KARUNA

K A R U N A

Este fin de semana ha sido un poco especial. ¿Por qué? Porque no podría definir exactamente cuales han sido los sentimientos que he experimentado.

Por una parte me disponía a hacer una curso de instalación de placas fotovoltaicas.

Sin embargo el curso lo daba un monje zen que también es técnico en electrónica industrial.

Detalle de unos de los huertos y la entrada de la finca.

El lugar era una pequeña finca de nombre Karuna , cuyo significado es “actuar con compasión”, apartada del mundanal ruido al final de Madrid y cerca de Ávila. Donde habita una familia budista.
Allí nos hemos dado cita catorce o quince personas que, con los habitantes de la finca y el profesor, sumábamos dieciocho o diecinueve personas, unidos por una sensibilidad especial o diferente a la que la mayoría tiene sobre la biodiversidad o medio ambiente. Personas de diferentes parte de España: Huelva, Alicante, Almería, Cáceres, Albacete, Madrid, Barcelona, e incluso del mundo: Italia, Argentina, … Con diferentes oficios o actividades: arquitectos, profesores, agricultores, veterinarios, bailarines, técnicos de telefonía, naturópatas, artistas …

Nuestro maestro durante estos días.

Todos hemos convivido durante casi sesenta horas e intercambiado conocimientos, ideas y experiencias. Y todos hemos tenido la satisfacción en esos instantes de ser comprendidos y aceptados por todos los integrantes de la comunidad que, de forma espontánea y sin premeditación, se ha formado en torno a Karuna.


Recorriendo las sendas
Dando un paseo














Ha sido una experiencia llena de energía y que difícilmente se puede comprender si no se ha experimentado antes. Y para colmo de los colmos, he aprendido lo que es un voltio, un watio y un amperio, todos ellos integrantes de otra gran familia llamada "Ley de Ohm" y que solo por casualidad, nada tiene que ver con el budismo.



Amapolas

Desde aquí quiero agradecer a todos los protagonistas la oportunidad que me han brindado por asistir a este evento y haber podido compartir con ellos estas horas de “buen rollito”, como diría un castizo de hoy en día.



















Gracias a Dharma, Patricia, Rubén, Milán, Stella, Mari Carmen, Belén, Rubén, Kelsang, Carlos (al cuadrado), Charly, Juan Carlos, Mauro, Hector, Jose Luis, Jose y Enrique.


Antonio sorprendido en el aula
Jose Luis en plena faena










 






Para acompañar a mi relato, os dejos alguna imágenes que, aunque no recogen todos los momentos del evento, si reflejan aquellos en los que me podía dedicar a plasmar mis emociones a través de aquellas imágenes que llamaban mi atención.


Momento de relax entre actividad y actividad




Mari Carmen y Carlos a por nota


Imagen general de la sala de prácticas





La práctica fue fundamental


Stella mostrando nuestro panel