domingo, 29 de junio de 2014

Plas-mación (4)

Plas-mación (4)


Tras una elaboración, digamos que entretenida, para la obtención de esos cuadros, llegué a la conclusión de que pasaba más tiempo haciendo cálculos y dibujando superficies que pintando, de modo que pensé que era el momento de simplificar el método.

Foto de Robalt





Autor Jose Luis Llopis






Ahora tomaba mi foto, la estudiaba una y otra vez mentalmente, trazaba unas pequeñas líneas sobre un bloc de dibujo determinando las zonas más relevantes (a veces incluso sobre el propio lienzo) y pasaba a pintar dichos espacios.



Foto de Robalt


Más tarde, al igual que en los casos anteriores, sacaba los medios tonos etc., hasta el resultado final.



Tengo que seguir insistiendo en que el objetivo es el cuadro final, lo que trato de comunicar está solo en el cuadro y no en la foto. La foto me ayuda en esa proporcionalidad e incluso caos que la naturaleza y el universo en general nos aporta para entender la composición.
Puede que haya gente que le guste más la foto que el cuadro, y lo entiendo, la foto no está hecha de cualquier manera, hay una intención en su elaboración, pero el cuadro va un poco más allá, prescinde de las formas fácilmente reconocibles y pretende ser agradable con la combinación (no espontánea) de los colores y las formas arbitrarias. Porque creo que nuestro subconsciente construye con información y no con formas predeterminadas.


Autor Jose Luis Llopis


Con que alguno de los lectores haya sentido una ligera emoción al descubrir que uno de los cuadros le gusta, me doy por satisfecho.


Gracias por vuestra atención y gracias también por vuestros comentarios.

miércoles, 25 de junio de 2014

Ordenando las fotos


Ordenando las fotos

No, no he estado de vacaciones. Estaba ordenando las fotos de entre los muchos rincones donde las guardo. ¿Habéis ordenado vosotros alguna vez vuestras fotos digitales?, sí, sí, esas que parece que no ocupan lugar y que después aparecen por todas partes, pero si no las necesitas, porque cuando las necesitas, échales un galgo o pregúntales a todos los que vivan contigo si las han visto por ahí.

Pues eso he estado haciendo, durante yo creo que más de una semana. Un trabajo como ese es muy tedioso, pero tiene sus momentos; esos en los que te traslada a todos esos lugares, momentos y vivencias de los que no podías imaginar que todavía te acordaras; esa es en parte la magia de la fotografía. ¿Cómo se pueden despertar tantos recuerdos con la sola mirada de una foto? parece cosa de brujas.

Pero me parece a mi que esto no sucederá con todas las fotos, o incluso a lo mejor no le sucede a todo el mundo. El caso es que después de todo este trabajo, que no ha terminado, dicho sea de paso, me entraron ganas de seleccionar algunas de las fotos que más me gustan, ya sea por el color, la composición, el momento, la luz, la ocasión, etc, etc., y plasmarlas en papel. 

Finalmente he elegido fotos de Madrid, tenía que centrarme en algunos de los temas que más fotografío. Y ¿cómo conseguir que estén todas juntas?, pues no se me ha ocurrido nada mejor que en el viejo formato del libro impreso, sí, sí, aquellos objetos que tienen ese olor tan especial, los enemigos número uno de las mudanzas, aquellos cuyas hojas están rodeadas de aire por todas partes menos por una que se llama lomo, pues de esos, así que dicho y hecho.

Las Vistillas
De esta forma solo pueden disfrutar el libro aquellos con los que coincida y cuando lleve el libro conmigo, pero he descubierto que desde la página donde he encargado el libro se puede compartir, claro la empresa lo hace para que la gente se baje el libro por casi setenta € de los que yo no veo ni un € y francamente me parece una barbaridad; el precio, no que no me lleve yo nada, que no era el objetivo.

Aquí dejo el enlace:



Cuando se abra la página veréis el libro en un rectángulo gris, abajo a la derecha hay otro rectángulo que dice “pantalla completa” hacer clic en él y cuando se abra también abajo pero a la izquierda tenéis la “velocidad representación” podéis ponerla en “media” y pasar manualmente las páginas.


Echadle un vistazo, decidme qué os parecen las fotos y dadme ideas por si alguna vez edito un libro para venderlo de verdad.

Junto al Mercado de la Cebada




domingo, 15 de junio de 2014

Seguimos dibujando Madrid



Seguimos dibujando Madrid

Después del ladrillo de la semana pasada, hoy seré un poco más comedido, tanto en el tema como en la extensión.

El sábado volvimos a quedar a las 10 de la mañana para dibujar hasta las 7 de la tarde (por supuesto paramos para comer, aunque unos paran más que otros).

El lugar de encuentro fue la Plaza de Lavapiés, aunque finalmente nos concentramos a la salida del Metro. Aquí, y aprovechando la sombra que todavía cubría uno de los bancos que hay en la esquina con la Plaza, hice el primer dibujo. Creo que esa boca de Metro es muy representativa del barrio en el que, dicho sea de paso, Maribel y yo vivimos cerca de dos años, concretamente en la calle Buenavista. 

DibujaMadrid, Metro de Lavapiés

Más tarde nos desplazamos hasta las escuelas Pías, ocupada después de la reforma por la UNED. Allí se podía dibujar una de las corralas típicas del barrio, varios de cuyos pisos se pueden ver desde una plaza.  El sol era muy intenso y si te protegías en la sombra, las hojas de los árboles no te dejaban ver la corrala, así que me fui a dibujar en la calle Sombrerete, una Plaza cubierta por una estructura que no dejaba que el sol se asomara. 

DibujaMadrid, Calle de Sombrerete

Después nos fuimos a “Esto es una plaza”, solar que hay en la calle Dr. Fourquet, donde desde hace ya unos cuantos años, los vecinos del barrio, y cualquiera que quiera colaborar con su trabajo, gestionan todas las actividades que allí se realizan. Por enumerar solo unas cuantas, tienen un huerto urbano, un semillero, estaban realizando un horno cuando nosotros llegamos, columpios, etc, etc.

Allí comimos casi todos, ocupando los espacios disponibles  del lugar, una comida vegana y muy rica.

Desde allí y tras dar una vuelta por un café llamado La libre, nos dirigimos al Circo Price por cuyas dependencias tuvimos el honor de ser guiados con amplias explicaciones sobre su historia y utilidades de sus diferentes espacios para después estar dibujando lo que teníamos ante nuestros ojos. 

DibujaMadrid, Circo Price

Aún quedaba casi una hora para exponer todos los trabajos en el espacio que queda delante del Centro Dramático Nacional, pero el cansancio hizo acto de presencia y lo pasé tomando un café en compañía de Jesús.

Exposición de trabajos y vuelta a casa, era ya hora de recogerse.


martes, 10 de junio de 2014

Un nuevo día

Un nuevo día

Son tantas las cosas de las que escribiría que no sé por dónde empezar. Primero estoy pensando dejar de hacer nuevas actividades y tener más tiempo para escribir, porque las ocupaciones no me dejan hacerlo; pero por otra parte pienso que si no las tengo, de qué voy a escribir, ¡uf! que agobio.

Iba a volver a hablar de DibujaMadrid, pero me he dado cuenta de que estoy del fútbol hasta …, iba a decir; la coronilla, pero me ha sonado muy cursi, en realidad estoy hasta ese lugar  que más o menos queda por las ingles y que mi educación no me deja escribir, ponedle vosotros uno de los muchos nombres que tienen.

Es sencillamente indignante que unos señores que ganan en un año lo que la mayoría de los ciudadanos de este país no ganarán en toda su vida laboral, vayan a la selección y tengamos que pagarles estando las cosas como están. Y me atrevería a decir que, aunque estuvieran bien, tampoco deberían cobrar, ya que bastaría con el orgullo de representar a su País y los beneficios que obtendrán en su futuro profesional por el mero hecho de participar, ya que un campeonato internacional y retransmitido a todo el mundo consumidor (que al fin de cuentas es lo que vale) es como un escaparate para mostrar tus grandes dotes y cualidades de pateador de un balón. Y si no quieren hacerlo, que se abra una lista de voluntarios en la primera división e incluso en la segunda, seguro que los hay como para hacer más de 40 equipos. La excepción sería el entrenador y su equipo que tiene exclusividad, creo, todo hay que decirlo. 

Pero claro, algunos dirán que hay que pagarles por el esfuerzo que hacen, y es verdad, corren y sudan como caballos de carrera; y, por favor, no les estoy llamando caballos, éstos tienen que llevar a un señor encima. 

En muchos oficios y profesiones se hacen inversiones, ¿por qué en el fútbol la selección de tu País no se considera como tal? 

Otra cosa que también me sorprende es que si alguien te pregunta de qué equipo eres y le dices “del alcoyano” pongamos por caso, te contesta; “ya, pero de primera”. Como si ser de un equipo de segunda B o de tercera no fuera ser aficionado. Claro, lo que sucede es que ya no hay de qué hablar, porque no se habla de fútbol, se opina de de tal o cual jugada, no se comparten valores de tu equipo, se cae en discusiones subjetivas de si tal acción debe considerarse falta o no. Es decir, no hay conversación, y entonces ¿de qué se habla? 

Recapacitando sobre esto, me pregunto una y otra vez; con los medios que hay hoy en día para visionar todas las veces que sea necesario una determinada acción, ¿por qué se empeñan en dejarlo al juicio imperfecto y subjetivo propio de un ser humano, o de dos o tres? Porque de otra manera no habría nada de qué hablar, ni páginas enteras escribiendo sobre ello, ni horas de programaciones oyendo las mil y una versiones de los diferentes contertulios. ¡Qué listos!

Yo he ido al fútbol desde los 10 años hasta los 12, más o menos. Mi padre me llevaba y hubo una época en la que nos hacíamos más de cuarenta kilómetros cada quince días. Poco a poco se ha ido apagando la afición, primero porque casi sin darme cuenta iba ocupando más y más tiempo en las noticias (ahora en algunas cadenas, es un espacio perfectamente diferenciado); después porque solo se hablaba de eso los lunes y los martes, más tarde también los miércoles y los jueves, y el “no va más” fue cuando se incorporó la mujer, eso si que fue un espaldarazo para el fútbol. Pues eso, en la medida en la que el fútbol iba ocupando más y más tiempo en todo lo que me rodeaba, yo iba perdiendo el interés por el mismo. 

Por poner un ejemplo, sin pretender ser demasiado estricto ni exhaustivo, hay programas diarios para hablar de algo que sucede, mayormente, los domingos y cuyo resultado no puede variar. En estos programas el presentador comenta cosas como:

Hoy fulanito de tal (que cada minuto se embolsa casi 40 € libres de impuestos) cuando ha salido a entrenar, estaba cabizbajo, … Y el presentador se pregunta, con voz de preocupación y un poco de angustia, ¿qué estará pasando por su cabeza? ¿está triste?

Y yo digo, estará sufriendo porque lleva 15’ en el vestuario, se le han acumulado 600 € y como esto siga así, a saber dónde los va a meter.

No voy a seguir, os invito a que cualquier día le dediquéis unos minutos a uno de esos programas y después os preguntéis; ¿Realmente me siento más realizado como persona o todavía sigo pensando que no era penalti?

Pero no tengáis duda, todo esto es envidia, pero de la mala, no de esa que algunos dicen que tienen pero que es buena, no, en mi caso es envidia de la mala y creo que se debe a que me gustaría estar en su lugar; … o no, a lo mejor no les envidio y solo me parece injusto, pero eso no tiene sentido, moralmente ellos no tienen la culpa y hay más cosas injustas; entonces me indignaré y me entristeceré al pensar que si tienen ese nivel de ingresos (para mi desproporcionado) es porque nosotros lo propiciamos de alguna manera hablando de ellos como si fueran lo más importante de nuestras vidas, como si fueran nuestros amigos o de nuestra familia, comprando sus productos como si realmente eso fuera garantía de calidad, yendo a los estadios y renovando los abonos año tras año, escuchando y/o viendo esos programas que dicen ser deportivos y solo hablan de fútbol, (perdón, también mencionan otros deportes, sobre todo si ha habido una desgracia), comprando la prensa especializada, y muchas cosas más que podéis imaginar, pero claro, me estoy cabreando, esto no es política, esto es solo deporte; creo que me he pasado tres pueblos, confío en que me sepan perdonar todos los parados a los que solo les queda el fútbol para desahogarse o los que, cobrando solo los poco más de 400 €, no disfrutarían de un par de cervezas en el bar de la esquina mientras jalean a su selección. Y todos, todos tenemos derecho a desahogarnos de alguna manera y qué mejor que hacerlo con el deporte.

Quitarse del fútbol debe de ser tan difícil como dejarse el tabaco, pero no tan adictivo, porque se puede ver el fútbol amateur o el femenino y no tendrías que dejarlo del todo.

He de pedir disculpas, termino de leer lo que he escrito y me doy cuenta de que ha sido un calentón. Voy a volver a ver el folleto de “teles” para comprarme una de 100” a 300 cómodos plazos antes de que empiece el mundial; … o, ¿ya ha empezado? …


Como iba hablar de DibujaMadrid y las imágenes de estos nobles señores (los protagonistas de arriba) tienen derechos de imagen, valga la redundancia, dejaré algunos de los dibujos realizados este sábado pasado, mientras la selección ESPAÑOLA jugaba no sé qué partido amistoso.


Escultura vegetal junto a arquitectura singular





Vista desde el salón Neptuno 1 del hotel Palace




Dibujando en el salón Cánovas del Hotel Palace

lunes, 2 de junio de 2014

Dibujando Madrid







Dibujando Madrid

Cuando uno se enfrenta a un dibujo, casi siempre es atraído por algún detalle que le ha llamado la atención, después pasamos a recrearnos en más detalles hasta que una especie de vértigo te recorre todo el cuerpo y, mientras te deslumbras cuando miras la blanca hoja de tu cuaderno, ese y no otro, es el momento crucial que solo tiene dos caminos; o sacas el rotulador y te pones a dibujar; o dices algo parecido a “si no puedo ni contar las hojas que tiene el árbol, ¿cómo lo voy a dibujar?

Plaza Sta. Ana/Calle Moratín, 49
dibujos de Robalt

Más adelante, cuando has visto como dibujaban otros compañeros y has superado esa primera intención de contar las hojas de los árboles, comprendes que los espacios, las luces y los colores generalizados es lo que realmente importa. Para ver así existen varias posibilidades: los que necesitan gafas se las pueden quitar y observar una síntesis perfecta de lo que se quiere dibujar, los que no necesitan gafas pueden entornar los ojos hasta que la síntesis aparece. En mi caso lo que hago es desenfocar la mirada. Una vez, aunque yo lo hago intuitivamente, encontré un libro donde explicaban cómo hacerlo. Cuando estás delante de la escena, con el brazo extendido y un lápiz en la mano, lo pones delante de ti, entre tú y la escena, enfocas con la mirada el lápiz y, sin mover el enfoque de los ojos, separas el lápiz de delante de ti y ya lo tienes. Cuando lo has hecho varias veces, lo podrás hacer sin la ayuda del lápiz.

Jardín de Casa Museo de Lope de Vega
dibujo y fotografia de Robalt

Eso sí, si dibujar los detalles no tiene importancia en un primer momento, lo que realmente es fundamental es la proporción. Si lo que dibujas no guarda la proporción con el modelo real, solo gustará a tu familia y a algún que otro amigo. Ojo, también se puede dibujar sin mantener la proporción y con una cierta deformación, pero aún así, esa deformación deberá ser proporcional en su conjunto.


Evidentemente, estoy hablando de un tipo de dibujo descriptivo, donde representamos aquello que vemos para dejar constancia. Existen otras modalidades de dibujo a las que no se le aplicarían estas “elucubraciones”, pero eso será otro día.

Plaza de Sta. Ana/ Jardín Casa Museo de Lope de Vega
Dibujos de Robalt

El viernes empezó una actividad organizada por el Museo ABC que se llama DIBUJAMADRID y que este año está centrado en tres zonas; Barrio de las Letras, Lavapiés y Conde Duque .

Dibujos realizados en "DibujaMadrid"
varios autores

Nos reunimos unas cincuenta personas (aunque hay más de sesenta apuntados) y estuvimos acompañados por dos ilustradores: Fernando Bellver y Federico del Barrio.

Ilustradores Federico del Barrio y Fernando Bellver



Estuvimos desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde y, a pesar de creer que no aguantaría, allí estuve hasta el final. Aquí os dejo un par de fotos para que os hagáis una idea de lo cansados que estábamos, sobre todo en la primera.

Recargando las pilas
Jesús, Felipe y Robalt




Exposición de los dibujos de la jornada, previo a la foto de grupo.

Una experiencia muy gratificante y recomendable para todo amante del dibujo. 

Continuará.......