domingo, 11 de mayo de 2014

El vaina

El vaina


En primer lugar tendríamos que definir la palabra vaina. En el diccionario de la RAE, una de las acepciones es la de funda para guardar un arma blanca, por lo que nos quedamos, trasladando su significado a un persona, a que se trata de una persona peligrosa; si sale lo que lleva dentro te puede cortar.

Otra acepción o significado es la de cáscara tierna y larga en la que están encerradas las semillas de algunas plantas; es decir, es lo que envuelve a un cerebro todavía por hacerse (vamos que le falta un hervor), pero también es largo; se hace notar, ya sea por su verborrea o por su apariencia.

Pero también significa contrariedad y/o molestia; “vaya vaina que se te haya estropeado el coche”

Podría ser incluso cosa que carece de importancia, pero ojo, esta acepción podría llevarnos a bajar la guardia y, como hemos indicado al principio; puede ser muy peligrosa.

El vaina habla y habla sin parar, él solito se hace tus preguntas. Antes de que tú hayas asimilado lo que ha dicho, ya te ha respondido a otra supuesta pregunta. Pero no te equivoques, no es un error, es una estrategia, con ello intenta que le reveles algún secreto o debilidad para basar todo su discurso en ello y así poderte convencer o “llevarte al huerto”.

Hay que mostrarse muy cautos y medir muy bien las palabras, si lo hacemos notaremos poco a poco su desesperación y cómo su discurso llega a ser incluso impertinente, pero disfrazado de favor, por ejemplo: “el texto del contrato es muy complicado, si quieres leerlo hazlo conmigo porque te la pueden colar …” . Él es abogado, policía, concejal, obispo, arquitecto y tu amigo.

Suelen ser egoístas y un poco crueles con sus parejas. Su patrimonio es el mundo, todo les pertenece; bueno, todo no, menos las obligaciones, que eso es solo de los que están cerca de él o mantienen algún trato o relación con dicho sujeto.

Para ello emplean adverbios y pronombres como; mi, mío, yo, yo, yo y yo para dejarte claro que él no eres tú, ni muchísimo menos. A lo que yo añadiría; afortunadamente. 

Si venden aceite, no son simples comerciales, no; los olivos son suyos. La almazara ha sido siempre de su familia. Y por supuesto él será ingeniero agrónomo, aunque no haya pisado en su vida la universidad o no terminara el instituto.

Pero ojo, acuérdate de la primera acepción, pueden ser peligrosos, si les pones en apuros con palabras menos vulgares de las que utiliza, o le rectificas en algunas ocasiones, puede sacar su lado agresivo.

También su cónyuge suele ser una persona tierna y buena, mucho más educada que el vaina y que éste utiliza para sus fines, anteponiéndola para ganar nuestra confianza. Esta persona a veces se da cuenta de la manipulación de su pareja y trata de suavizarla, recibiendo algún improperio del vaina, o mirada amenazadora, pero otras veces no es consciente de ello.

Espero que no hayáis conocido a muchos vainas en vuestra vida y que no hayáis identificado a ninguno cerca de vosotros, porque lo mejor es mantenerse a una cierta distancia o dejar de tratarlos.


En realidad “vaina” es un término que utiliza el padre de mi amiga Elena, porque yo antes utilizaba para estos sujetos el término “fantasma”, sin embargo al buscar su significado en el diccionario, me ha parecido que “vaina” era mucho más apropiado. Así que muchas gracias Elena.



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