domingo, 20 de abril de 2014

¡MÚSICA MAESTROS!

II semana cultural en el Conservatorio de Arturo Soria

Del cuatro al diez de abril se ha celebrado en el Conservatorio Profesional de Música de Arturo Soria, la segunda edición de la semana cultural; repleta de actividades de puertas abiertas y talleres para los alumnos. Estas actividades, donde se puede escuchar desde música clásica hasta ópera, pasando por flamenco, Jazz, orquesta de Big Band, e incluso teatro de títeres, son gratis, lo cual me parece todavía más increíble. El acceso solo está limitado al aforo de las  respectivas salas.






Gracias a Amparo y Mariano, que me avisaron de la celebración, allí me plantifiqué, también se acercó Eugenio que no se imaginaba cómo se iba a desarrollar todo eso y que al final del día me confesó que nunca había asistido a un concierto donde tocaran tan bien y ¡tan cerca!

Como teníamos que aprovechar la tarde, lo primero que hicimos fue comer para cargar las pilas; Mariano y yo íbamos a hacer fotos de todo lo que nos diera tiempo a ver.

Y hablando de comida; para abrir boca tuvimos un concierto de guitarras, esto pudo ser el aperitivo de la jornada; actualmente (y ya van dos ocasiones), aprecio más percusión en estos conciertos, combinación que a mi personalmente me gusta.




Después, y aunque esta cena musical no sea muy ortodoxa, tuvimos el postre; taller de música y pintura, donde los niños se dejaban guiar por los sentimientos para dibujar sobre un papel, o trataban de identificar un determinado sonido o instrumento con un color. Tras el primer ejercicio, Esther Seco, artista que dirigía el taller, proyectó unos cuadros de Jackson Pollock al tiempo que les explicaba la importancia y el reconocimiento de este pintor, quedando los niños sorprendidísimos de la similitud o cercanía con los dibujos que acababan de realizar. 




Como primer plato nos ofrecieron algo suave, con sustancia para abrir el apetito y que no nos fuéramos sin comernos hasta el último bocado del segundo plato, pero eso es harina de otro costal.





Concierto de piano romántico, acompañado por las sabias palabras de D. Fernando Puchol, servido en piano de cola e interpretado por varios alumnos del Conservatorio, unos más hechos y otros no tanto, pero todos en su punto. Una delicia. A mi se me hizo corto, ¿verdad Coral?





Coral, como directora del Conservatorio anduvo preocupada por el cumplimiento de los horarios, pero ante tan ricos manjares no se levantó nadie hasta que no se acabaron los bocados y el acompañamiento.




De pronto se encendieron las luces, todavía resonaban en mi interior algunas notas de piano, cada vez más distantes, cuando una marea negra me rodeo agitándose sin parar, corriendo de un lado a otro como si me quisiera engullir a mi en lugar de yo a ella. En cuestión de pocos minutos estaba todo en su sitio y listo para que saboreáramos todo el repertorio que la Big Band al mando de José Miguel Sambartolomé nos tenía preparado para deleite de todos los asistentes; asistentes afortunados, porque el aforo se completó de tal manera que la gente que no pudo entrar se quedó escuchando desde  fuera del aula.




La orquesta traía a varios músicos invitados, pero he de pedir disculpas, solo me quedé con el nombre de Antonio Moltó y supongo que será porque es de Alicante como yo.




Una orquesta de verdadero lujo; saxofones, trompetas, trombones, piano, guitarra, bajo, percusión, vocalistas que sumaban más de 20 y que consiguieron un aroma y sabor a swing propios de otra época.

Así hasta bien pasadas las diez y media de la noche. ¡Qué!, ¿cómo se os queda el cuerpo? Espero que con ganas de oír música. “la música es ese idioma que no todos hablamos pero que todo el mundo entiende”, frase (no recuerdo si literal) que se encuentra enmarcada en uno de los pasillos del Conservatorio.












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